jueves, 31 de mayo de 2012

Aquel.

Triste de aquel 
que dice las cosas por decir,
que construye y destruye a su antojo
 corazones despojados de ilusiones.

Triste de aquel
que no hace el bien,
que no siente de verdad,
que no perdona,
 que no quiere,
 que no valora.

Triste de aquel que hace daño,
triste.



Pero que grande,
sin embargo,
quien te da la mano en largos viajes,
quien te quiere y te cuida,
 quien te siente de verdad, 
desde lejos y con privilegio.
Que grande aquel 
que ayuda sin esperar nada a cambio,
 que perdona y sabe comprender,
 que valora todo lo que pasa ante sus ojos, 
que construye paraísos de letras 
y ve más allá de un cuerpo. 

Pasa que con los años todo eso contruido,
o en su defecto destruido, 
se refleja en los rostros humanos 
y perpetua hasta la muerte.
Verás... si te fijas verás,
miradas llenas de odio, 
de soledad... 
pero también
miradas llenas de amor
 y de ilusión
 por lo que les rodea.

Cada uno hace con su vida
 lo que quiere,
 pero cuando vengan las conseqüencias,
 no tendrán a quien rendir cuentas
 los que tristemente hicieron de su vida algo oscuro,

derrochable y prescindible.

Grande aquel que 
construye montañas de amistad,
 y une sus manos con el amor a la vida.
 Grande aquel,
 que sin querer se hace querer 
por lo que es,
por lo que lleva dentro.

"No desesperes si tu corazón es grande y todo sale mal. 
Las recompensas están por llegar."

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PD: No es un poema, simplemente quiero ofrecer la reflexión de  una forma diferente.

viernes, 11 de mayo de 2012


 Y si cierro los párpados... entro en el mundo interior
a escuchar la música de mis entrañas.

viernes, 4 de mayo de 2012

Mi vida sin mi

Me gustaría ver cómo todos los seres que me envuelven vivirian sin mi. Ver que les carece, o de que gozan sin mi presencia.
Ver que a unos les entristece mi ausencia, y ver a quien verdaderamente no.
Me gustaría cerrar los ojos y aparecer en un mundo a mi medida o por lo menos olvidarme de todo y todos por un pequeño rato...
A veces simplemente, una vez tras otra, y por mucho que te quieran, o te aprecien, te hacen cabrear, te hacen sentir mal, y incluso te hacen perder la confianza que tenías en ellos.
Yo me quiero como nadie me querrá en la vida, pero fuera de eso es bonito que todos estos días malos, se conviertan en flores a puntos de estallar.
Que los recuerdos de los buenos tiempos me hagan sentir bien, y que todo lo negativo, con el fuerte bateo de mi alas se vaya un poquito más lejos.
Necesito pequeños regalitos :) (palabras, abrazos, sonrisas, te quieros y compañía por doquier; pero de las verdaderas!)

(Véamos si entre las páginas de mis libros de Bachillerato encuentro algún amigo para este fin de semana.

Rebeka&Forgotten words, muchísimas gracias por seguirme, cielos!)

jueves, 3 de mayo de 2012

Camino al corazón.

Zarzas, tormenta, nubes, lluvia, niebla, animales muy agresivos... Eso y tantas cosas más.
No lo penso ni dos veces. Ella sabía que camino al corazón se sale ganando. Y si verdaderamente sabes quien vale la pena, por muchas heridas que te desgarren el alma por el camino, una sonrisa convergerá cielos y tierras para curar esas heridas y hacerte sentir bien.
Porque por muy mal que todo vaya, un detalles, una sonrisa, una mirada, un te quiero; siempre nos ayudarán a seguir.
Y a veces si todo esto se entrelaza viviremos esa pequeña dosis de felicidad de la mejor manera.

:)

Pequeños detalles, dibujan grandes sonrisas.


(((gracias a los que me comentáis (y los que no lo hacéis pero me leéis), porque hacéis que este blog siga vigente, abrazos para vosotros)))

martes, 1 de mayo de 2012

Desconexión.


Ecos de risas, y reflejos de sonrisas en ese mar azulado y inmenso que me enamora. Pauta de descanso y desconexión entre rocas erosionadas por la Tramuntana.
Calles cuesta arriba y cuesta abajo, de piedras y llenas de originalidad.
Es como un mundo paralelo al que ir cuando eres bienvenido.
Un horizonte azul que te espera. Ese mar, que te hace pensar en que todo es un mundo.
Que me hace pensar en los que se esconden entre los numerosos colores de mis ojos.

Port de la Selva y otro recuerdo que guardar en el baúl de la vida (ese que nunca cerraré).