guardado en nuestra mente,
una mirada inquieta,
la de aquel día justamente.
Al cerrar los ojos,
veo la imagen,
que poco a poco se va,
que cada día,
se desvanece más.
Mis labios sellados,
no chillan, ni hablan,
ni hacen nada,
pero mi triste corazón,
te chilla, mientras marchita su esperanza,
de que algún día todo sea,
como hace tiempo espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario