Te quiero queriendo, y sin querer. Viendo las pocas cosas que valen la pena. El sufrimiento, peor que una condena, lágrimas eternas y sonrisas poco tiernas. Me canso de llevar brillo en los ojos, mejor lo guardo para abrillantar mi corazón. Los días parecen una tombola descontrolada que juegan con las palabras que bailotean en mi corazón. Y me canso, me divierto... Estoy bien, pero sin embargo, no me siento feliz, sino que siento feliz tener determinadas personas en mi vida. Me gustan los retos dificiles, las noches sonrientes y llenas de luz, más que los días grises y las canciones que no dicen nada. Y en un
preciso momento te das cuenta de como funcionan las cosas, de lo que haces
mal y de lo grande que eres al seguir llevando esa felicidad a todos los rincones donde te llevan.
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